La segunda parte de ésta historia es ver cómo ha quedado la vespa. Pasado el puente festivo, ésta mañana me he acercado al taller para revisar los daños que son estos:
- Espejo derecho ligeramente doblado.
- Maneta del freno doblada.
- Extemo inferior derecho del cabezal tocado.
- Cófano derecho con dos bollos: uno central y otro en el extremo inferior provocado por la pata.
- Dirección ligeramente torcida.
- Guardabarros delantero con pequeños roces.
- Defensa delantera abollada.
O sea, poca cosa, pero que hay que arreglar. La bofetada hace daño al cuerpo y al bolsillo.
Porca miseria, que diría un italiano.
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