lunes, 6 de octubre de 2008

Rally de Valencia




El sábado a las siete de la mañana partimos hacia Valencia Jóse y yo más el remolque con nuestras dos vespas y la px de Sergio, el cuál iba a Valencia desde Salou en coche...los viajes flamingos siempre tienen un punto de extrañeza. Sobre las diez llegábamos a Valencia, después de cruzarnos en la autovía con un numeroso grupo de escuteristas de Castellón, y enseguida llegamos a nuestro hostal ya que estaba en un lugar fácil de encontrar: Mestalla. El hostal se llamaba "Penalty" así que imaginaros la cercanía al estadio: apenas veinte metros. Descargamos las tres vespas, aparcamos el coche y el remolque en un parking cercano y cuando llego Sergio nos piramos al punto de encuentro situado frente al Palau de la Música. Nada más llegar ya observamos que había gran cantidad de scooters y sobre todo primaveras. Nos inscribimos, cogimos la camiseta y al poco emprendimos el rally.

Nos costó bastante salir de Valencia y luego nos quedamos un poco atrás por lo que tardamos un ratillo en enganchar con el grueso del pelotón debido al intenso tráfico de coches pero al final lo conseguimos, y nada más conseguirlo paramos a almorzar. Una cerveza fresquita, un generoso bocata de atún y aceitunas y tras el descanso vuelta a rodar. A partir de éste punto el rally se hizo más ligero y bonito...hasta que mi px hizo catacroc a cinco kilómetros de Buñol. Las marchas no entraban así que hubo que llamar a la furgo-escoba y finalizar el rally subido a la parte de atrás de la furgoneta sujetando la vespa para que no se magullara debido a los vaivenes y curvas; trayecto que no hice sólo puesto que otro escuterista ya iba dentro con su vespa averiada. Por cierto, hoy ya me han arreglado la vespa y la causa del problema: el tambor trasero se quedó con los dientes lisos. Fenomenal.

Seguimos. Llegamos por fin a Buñol y todo el mundo ya estaba sentado en el restaurante así que nos sentamos sin dilación y empezamos a zampar como si no existiera el mañana. Allí no paraban de sacar platos y platos de raciones para compartir, y por supuesto nosotros no hicimos ascos. Luego vino el tradicional sorteo de regalos y premios, en el cuál el Flamingo SC no rascó nada, y tras ello vuelta a Valencia; yo en la furgoneta, claro. Tras ser llevado hasta la puerta del hostal bajamos la moto y la aparqué con gran pena en la puerta del penalty. Una duchita, un poco de teletexto para ver como el Zaragoza pringaba contra el Hercules y a la calle; destino el M Club, lugar de la cena y la fiesta. Yo me subí con Sergio y allá que nos fuimos pero a mitad de trayecto perdimos a Jóse aunque finalmente nos juntamos con él en la calle del garito, que por cierto nos costó un huevo encontrar, incluso la gente de Valencia no se aclaraba muy bien para llegar. La verdad es que la cena fue abundante y exquisita así que un diez al Valencia SC por tenernos en un pienso dia y noche. Y en cuanto a la música pues un diez también, soul, northern, ska...lo justo y necesario para una buena noche. Lo malo, la poca asistencia de gente a la fiesta nocturna lo cuál es ya un clásico en casi todos los rallies. Por la mañana hubo más de cien scooters y más de cien personas en la comida, pero por la noche no fué así...y es una pena, pero bueno, es lo que hay.

El domingo a cargar, abrazos con el Pibe, Sergio a Salou, y Jóse, Jóse el valenciano y yo a Zaragoza. Y un rally más para las memorias.


Adjunto fotos tomadas por Jóse.

1 comentario:

Anónimo dijo...
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