El Purple

Este año nuestro Purple fué breve debido a la fatalidad que he comentado en la entrada anterior. Me gustó mucho Ian McLagan aunque provocó división de opiniones pero sinceramente creo que dió un buen concierto aparte de demostrar encontrarse en forma a los teclados; a destacar el tema de The Faces "Cindy, incidentally". La anécdota fué que a la salida del pabellón vimos a The Times y entre ellos estaba el bajista de los Affair Ian Jones. El jueves la entrada en la Oh! fué floja pero afortunadamente pude bailar gracias a Paloma y "la cobra" Suárez. El viernes volví a disfrutar con Mod Time (sí, son buenos) pero por la tarde me llevé una decepción con la feria, muy escasa en mi opinión, tanto en ropa como en discos, aunque la cacería tuvo recompensa y me pude hacer con una de mis canciones favoritas: el Jumpin´Jack Flash de los Rolling. Ya por la noche, con la tristeza en el cuerpo, pudimos ver un gran concierto gracias a la mejor banda mod española (así de claro), The Teenagers, y todo un soulman lleno de vitalidad: Dean Parrish. Éso sí que es música, autenticidad y actitud sobre un escenario; cuánta gente "famosa" debería aprender de ellos, pero claro, en éste país es más rentable promocionar grupos de niños/as monos/as que cantan canciones moñas de amor. Triste realidad.

Tras la soberbia actuación nos salimos a la calle a hablar por el móvil, sacar dinero y de regreso cenar algo en la cafetería del Hispánico por lo que tan sólo pudimos ver los tres últimos temas de The Thrills; no puedo opinar aunque la gente estaba entusiasmada. Luego en la Oh! pudimos bailar un poco de northern...y a dormir; el sábado había que volver a casa para dar un triste adios. En resumen, el Purple se consolida como un macrofestival pop&sixtie en el que la esencia mod es símplemente éso: la esencia que flota en el aire. En cualquier caso, es un festival necesario y al que se debe acudir si se puede. Un saludo.

David