Cavern-Prior

Hola, os adjunto este artículo que publica hoy Heraldo de Aragón porque creo que es una opción interesante para los viernes de verano. Muchas veces nos quejamos de que no hay música en directo en Zaragoza, y más si hablamos de la música que nos gusta. Pues bien, ahí está el Prior rompiendo una lanza en favor de los mejores sonidos. Saludos.

David
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PABLO FERRER. Zaragoza
Está muy currado. Cosa de los detalles, siempre los detalles, los que diferencian un lugar cálido de uno mágico, una relación confortable de una apasionada, una canción resultona de otra inmortal. The Cavern-Prior, en los bajos del popular Café Prior (calle de Santacruz, Zaragoza romana), es un homenaje cantante, contante y sonante a los Fab Four de Liverpool, los escarabajos plateados, John, Ringo, George y Paul. Todo el local es pura "beatlemanía": fotos, nombres de canciones en friso, detalles de decoración y, cada viernes, música.Ahí, en la música, se abre el espectro: junto a los Beatles están en el santoral los Kinks, los Eagles, los Bravos, Chuck Berry y un largo etcétera en el que, por supuesto, figuran las referencias aragonesas de la época, décadas de los 60 y 70: Aucanes, Rocas Negras, Iñaki Fernández y los Green Apples, los Guayanes de Fernando Brosed y Federico Artigas..Chema González es un Ranger, pero no de Texas, ni juega de pitcher en la Major League Baseball. Es el guitarrista de The Rangers, otra de las bandas de aquellos tiempos, y que actualmente completan Paco Cester (voz principal), Javier (guitarra solista), Joso (bajo), Javier Sebastián (batería), Maribel Vistel (teclados), Teresa y Patricia (coros) y Ramón (saxo). Hacen versiones de Joe Cocker, Tina Turner, Eric Clapton, Van Morrison, Rolling Stones... y lo que les echen.Chema fue el responsable de convencer a Vicente, dueño del local, de que hacer viernes The Cavern-Prior -bautizado así en honor al club de la ciudad que baña el río Mersey, del que salieron los Beatles- era una idea buena y rentable."Llevamos abiertos desde finales de abril. Seguiremos todo el mes de julio, y en agosto también estaremos activos, aunque sin conciertos, que volverán en septiembre si todo sigue yendo como hasta ahora", comenta Chema, mientras Ángel, vocalista de los Aucanes, controla la situación con el mismo brío de sus tiempos mozos y hace una concesión a la galería -por aquello de salir de los márgenes de época que se presuponen a la actividad- con una versión de Loquillo.

Julio viene cargadito
Esta noche, The Cavern-Prior sube el listón: una noche de rock y blues con versiones de los 60 y 70. El acceso cuesta 2 euros, las copas son de primera y el ambiente, impecable, un antónimo global de la Cenicienta: a las 12, las calabazas se convierten en calesas y las ciudadanas en princesas con zapatos de gamuza azul. Entonces, la música empieza a envenenar de corcheas y blancas la sangre de los congregados... y se obra el milagro. Las mesas guatequeras se alternan con el espacio para sacar a pasear el "swing" de las caderas silentes durante la semana laboral.El público, para sorpresa de quienes gustan de juzgar el caramelo por el envoltorio, responde a la categorización de "todas las edades". Por supuesto, priman aquellos que eran adolescentes hace 30 años: es su feudo. Pero el asunto no es excluyente. Tampoco en el escenario, donde tres de los Aucanes originales comparten tarima con dos mozos que no habían nacido cuando Jimi Hendrix aterrizó en el festival de Monterrey, ni siquiera cuando Mick Jagger escribió "Angie" para la esposa de Bowie.El viernes 13 -quizá para matar el efecto terrorífico de Jason y sus sangrías de opereta enmascarada- The Cavern-Prior organiza un fiestón pop de los años 60 con los líderes del pelotón español de la época en la gramola. Allí sonarán Bravos, Sírex, Brincos y demás familia (si todo esto le suena a chino, visite www.guateque.net) para deleite de la parroquia.

Noche de The Rangers
El 20 de julio, Chema se reserva su noche para hacer sonar a Don Henley y "Hotel California", a Jagger y Richards lamentando su carencia de "Satisfaction", a Steve Winwood en súplica con "Gimme Some Lovin" y a toda una retahíla de ases con el corazón arrebatado por el rock, esa música negra que adoptaron los blancos desde que un Bill Haley se pusiera a cantarle a un reloj a mitad de los cincuenta.Para cerrar el mes, el día 27, The Cavern-Prior albergará a un clásico de la noche zaragozana, los Green Apples. Iñaki Fernández y su tribu desgranarán una noche más la obra más popular -y la más ignota también, en su eterno papel de divulgador de los secretos de la banda- de los Beatles.Aviso a los navegantes: el club está poseído. Cuando pasan más de cinco minutos libres de prejuicios y banalidades, cuando la banda enciende la mecha mágica, cuando el sí se convierte en "yé", no hay vuelta atrás. Para veladas al uso hay cientos de lugares con otro discurso -y cerca de éste- en el mapa. The Cavern es de los otros. Palabra de explorador.