lunes, 19 de agosto de 2013

Fases III




Y termino, en espera de que esto remonte.

Este fin de semana ya hemos empezado a superar un poco la terrible dictadura del pañal, los cereales y Pocoyo. La cosa empezó el sábado por la mañana, cuando aproveché para ir a Correos a buscar el nuevo disco de Stanley Road. Hay que apoyar la escena nacional, y además una portada tan "apetitosa" debía estar en mi colección. Aún no he podido escuchar el disco con tranquilidad, pero al menos tiene algo que para mí es importante: temas en español. Por la tarde había quedado con Goyo para ver el partido de nuestro Real Zaragoza en la zona de Rogelios, así que el heredero y yo nos encaminamos a la cita dispuestos a ver a ésa gloria venida a menos y que tanto nos hace sufrir. Después de noventa minutos pasados por varias Ambar y calor y un poco de tertulia post partido, el trío de furibundos zaragocistas nos montamos en el coche con el objetivo de ir a buscar a mi señora que salía de trabajar a las diez. Zaragoza, agosto, diez y pico de la noche, treinta grados y un bebé en carrito...¿dónde vamos a cenar? Pues qué mejor que a uno de nuestros lugares favoritos: el Hamburgo´s de Paseo de Sagasta. Afortunadamente el pequeño se durmió plácidamente y pudimos cenar con tranquilidad y hablar de todo un poco. Era la primera vez que Rosana y yo salíamos a cenar con algún amigo...y con nuestro hijo; ya teníamos ganas, la verdad.

Y el domingo, para rematar, me levanté temprano y cogí la vespa para bajarme al rastro de Plaza San Francisco en busca de algo curioso, lo que fuera, algún vinilo, algún programa antiguo de partidos del Real Zaragoza, algo. No hubo suerte, y además la librería de segunda mano, donde suelen tener cosas bastante interesantes, estaba cerrada. Así que opté por tomar un cortado en el Bar La Romareda, auténtico santuario y museo del zaragocismo,y coger de nuevo la vespa para regresar a casa; un largo día de piscina quedaba por delante.

¿Vuelvo a la vida? Pues parece que sí.

No hay comentarios: