martes, 20 de febrero de 2007

Tres españoles en Londres


Tras un viaje a Londres de día y medio lo único que se puede decir es que se queda corto. En mi caso era la segunda vez que iba y en el caso de Fran la tercera, pero aun así los tres pasamos un buen fin de semana disfrutando de una ciudad grandiosa aunque, eso sí, con demasiada gente; el metro en ocasiones es una locura. No me voy a parar a contar todo lo que vimos pues muchos de vosotros seguro que ya habéis estado allí ( y los que no, ir en cuanto podáis) y además este no es un blog turístico pero ya os podréis imaginar que, máxime teniendo en cuenta que Rosana era la primera vez que visitaba Londres, vimos lo típico: Covent Garden, Soho, Picadilly, Big Ben, Buckingham, Chinatown…la verdad es que tan poco tiempo no da para más pero merece la pena. En cuanto a la escena pues no la exploramos en demasía pero aun así tuvimos el placer de asistir el viernes a una pequeña fiesta de northern soul que había en un pub irlandes cercano a nuestro hostal. El sarao estaba en la planta de arriba así que subimos y allí estaban ellos, un grupo de unas 40 personas (media de edad de unos 40 años) bailando northern sin parar (también cayeron temas de latin), con sus loafers, fred perrys, tatuajes, polvos de talco y piruetas sobre el suelo incluidas. Aparte, en un lado, estaban tres tíos vendiendo singles pero no me quise ni acercar para preservar mi bolsillo de tentaciones ya que todavía nos quedaba el sábado por delante. Y por supuesto, flyers por todas partes anunciando pequeñas fiestas tanto en Londres como en otros lugares de Inglaterra. La anécdota la puso Fran pues conocía a uno de los que estaban vendiendo singles, un dj con el que habló creo que en Valladolid; de todas formas no estuvimos mucho tiempo (lo justo para dos pintas) pues cerraron a la una pero nos vino bien ya que el sábado había que levantarse pronto para aprovechar el día. Era un placer verlos, a esa edad y con ése espíritu…keep the faith!
El sábado lo inauguramos con un típico desayuno ingles a base de huevos, bacon, judías (sí, sí…judías) tostadas, mermelada…vamos que nos pusimos las botas pero es que había que coger energías para tan intenso día turístico. Salimos a Kings Cross a coger el metro y nada mas entrar nos topamos con otra típica estampa inglesa: los supporters, en esta ocasión del Arsenal, que se dirigían a donde fuera; eso sí era muy pronto (9:30) así que pienso que debían jugar sobre las 12 o algo por el estilo. Bueno el caso es que cogimos el metro en dirección al Big Ben para iniciar el día y pasamos un mañana excelente disfrutando de los lugares importantes de Londres pero como os he dicho al principio no me voy a enrollar y voy a ir al grano que no es otra cosa que comentar el contacto que tuvimos con aquello relacionado con la escena mod. Como yo tenía un encargo, en cuanto llegamos a Covent Garden, sobre la una del mediodía, buscamos la tienda Fred Perry, mejor dicho, una de ellas pues en dicha zona hay dos tiendas pero la que buscaba era la de la Piazza aprovechando que esta es la zona más populosa de Covent Garden. La encontramos rápidamente y estuvimos un ratillo dentro aunque la tienda se veía rápido pues era pequeña, aunque bonita. Eso sí, tenía modelos tanto para él como para ella, clásicos y modernos y lo que más nos llamó la atención fueron las fotos que había por la pared tanto de mods como skins originales de la época, incluso un cartel en español que no acertamos a comprender lo que quería decir, era un mensaje un poco extraño…pero bueno, compramos el encarguito y para fuera. Aviso: la tienda tiene cosas muy guapas pero los precios son de escándalo; es lo que tiene.
Posteriormente nos dimos un rulo por la Piazza viendo las distintas atracciones que ofrecía el lugar y nos dispusimos a abandonar la zona para pasarnos al Soho. Yo me comía los puños ya que no me había comprado unos zapatos guapísimos que había visto en una tienda ni tampoco había “catado” ningún Fred Perry pero es que ves los precios en libras y luego los trasladas a euros y te dan convulsiones; qué malo es ser pobre. No obstante iba a tardar poco en hacer mis dos únicas compras londinenses: una revista scooterista y un jersey Fred Perry. Decía que estábamos deambulando por Covent Garden para irnos al Soho cuando pasamos por una papelería y como yo llevaba en mente pillar el último nº de Scootering pues entré dentro a ver si tenía suerte. Después de mucho mirar no la encontré así que le preguntamos al dueño y este nos dijo que sí que la tenía. Volvimos a mirar y nada y entonces Fran volvió a preguntarle por lo que el hombre vino y la buscó él mismo hasta que la encontró, pero la que tenía era la Scooterist (classic scene). El caso es que la revista trataba de lo mismo así que me la llevé; no está mal pero indudablemente es mejor la Scootering. Bueno el caso es que continuamos camino paseando tranquilamente y de repente vemos que unos metros más adelante había un panel en el suelo con una gran diana mod así que nos encaminamos hacia allí plenos de curiosidad y bingo… el Paraíso a nuestros pies. La tienda se llamaba Sam Walker (est.1977), en la calle Endell Street 65, y estaba llena a reventar de Fred Perrys de todos los modelos y estilos, camisas, camisetas de grupos o simbología mod, bolsas de bolos de Lonsdale o northern soul, calzado…etc. La tienda estaba de rebajas y tenía todo de oferta. Estuvimos un buen rato y la verdad es que los ojos se te iban para todas partes sin acabar de decidirte por nada en concreto; es la clásica tienda en la que si tienes un momento de debilidad con tu tarjeta de crédito la palmas pero bueno, al final yo me decidí por un jersey Fred Perry y Rosana por una falda mientras que Fran se rindió y no pilló nada ya que no tenían su talla de un par de cosas que le gustaron. Lo dicho, menuda tienda, si vais a ir por Londres en breve acudir allí.
Terminado esta acción moderna del día seguimos camino hacia el hostal para dejar las bolsas y una vez allí coger el metro para volver al Soho a comer, y a ver discos y tal y tal pero la cosa se alargó porque al ir a coger dicho metro éste iba repleto de los hinchas del Arsenal que volvían del partido con lo cual tuvimos que coger el siguiente vagón. Total, que al final acabamos comiendo en Leicester Square a las cuatro de la tarde; el turismo es así. Una vez alimentados salimos a patear de nuevo las calles londinenses con la intención de llegar de una puñetera vez a nuestro destino, Carnaby y alrededores, para ver ropa y discos. Caminamos y caminamos y al final llegamos al ansiado Soho adentrándonos en sus calles de perdición donde vimos tiendas y garitos de todo tipo y colorido. La única tienda de discos que nos topamos, aunque seguro que hay más, era una que dentro tenía montones de vinilos almacenados sin orden alguno, con fundas o sin ellas y con más mierda que el palo de un churrero. No vimos nada destacable pero por si os interesa estaba al lado de un club de señoritas de vida alegre y enfrente de un pub con señores de cuero y bigote; digo esto porque por supuesto no me acuerdo del nombre de la calle. Así que visto esto nos dirigimos a Carnaby en donde dimos un par de vueltas viendo las tiendas típicas de la zona destacando la tienda Ben Sherman que la verdad sea dicha tenían cosas muy guapas amén de una vespa Px 125 decorada como una cebra; por cierto, nos pareció ver en Carnaby, y Fran así lo atestigua, a los Saturday Kids.
Merc estaba cerrado y Lambretta también así que nos fuimos a una cafetería a descansar y después emprendimos camino hacia otro lugar apurando las últimas horas de nuestra estancia en Londres. El domingo Rosana y yo emprendimos regreso a Zaragoza con susto incluido debido a que el metro estaba cerrado mientras que Fran se quedó allí disfrutando de Portobello para luego marchar a Cardiff. Tiene huevos, en el viaje hacia Stansted ví las dos únicas scooters maqueadas de todo el fin de semana las cuales estaban en un barrio periférico, con sus cromados y tal. Quien sabe, igual había fiesta por allí en ése momento, mientras nosotros abandonábamos la ciudad.

David "fucking cool glasses"

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