lunes, 13 de agosto de 2007

De vuelta a la ciudad


Se acabaron las vacaciones. Ya de vuelta al trabajo y a la rutina sólo queda esperar la siguiente fiesta, el siguiente disco que comprar o el próximo concierto al que acudir. Esperemos que algo de esto ocurra antes de la Cierzada, pues aún queda un mes. Estas tres semanas han servido para descubrir nuevos lugares de Asturias (mi rincón favorito), disfrutar de una jornada de sidra junto a Xuan y aguantar con dignidad las fiestas de Fuentespalda ya que cinco días seguidos de fiesta sin descanso empiezan a pesar.
Lo que son las cosas, cuando uno viaja con su pareja buscando simplemente descanso y paisaje no está exento de que las “esencias modernas” salgan a su paso. Como en Ribadesella donde pude regalarme la vista con una preciosa vespa de manillar de tubo, impecable, matricula de Pontevedra, aparcada frente al puerto, por no hablar de la coqueta primavera morada con la rueda de repuesto sobre el piloto trasero que vi en Villaviciosa o la Lambretta verde y blanca lista para ser arreglada (o restaurada) que había sobre una mesa en la terraza de una pequeña sidrería en El Puntal, camino de Tazones.
Pero lo que ya es el colmo es estar en plenas fiestas de Fuentespalda, en la comarca del Matarraña, y conocer a un joven mod maño, otro más que da vida a la escena y que demuestra las ganas e inquietudes que todos teníamos hace ya unos cuantos años. Y encima, este sábado pasado concierto de jazz en la plaza del pueblo; ése jazz que muchas veces dejamos de lado pero que de vez en cuando se nos aparece para recordarnos sus galones y su jerarquía. Han sido unas buenas vacaciones, y ahora de vuelta a mi ciudad.


David

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