miércoles, 27 de diciembre de 2006

Crónica del fin de semana


Pues la verdad es que este fin de semana ha sido bastante especial. Escuterismo, soul, viejos conocidos de la escena, Navidad en familia y la muerte de un ídolo: James Brown. Todo esto junto en tres días hace que este fin de semana haya sido intenso. La cosa empezó el sábado por la mañana en el Linacero, donde habíamos quedado para hacer el vermú antes de partir con las motos hacia Grisén. Pocos estábamos, la verdad, pero suficientes: Sergio, Esteban, Chute, Javi (en coche), Alvarito “mataperros” y un servidor. Álvaro se encontraba en San Sebastián de visita familiar por Navidad y decidió bajar el finde a Zaragoza a rendir visita a la tropa aragonesa. La verdad es que nos reímos un montón con él, por su forma de ser y por las historias que nos contaba sobre su nueva vida en México. A eso de las 14 partimos hacia nuestro destino y como no podía ser de otra forma, tenía que pasar algo (como siempre que vamos allí) y esta vez me toco a mí: pinchó la rueda trasera. Menos mal que Sergio iba detrás de mí y me ayudó a solucionar el tema dado mi nula habilidad en este tipo de inconveniencias. Solucionado el tema proseguimos camino y llegamos a los Caracoles donde el resto del grupo estaba ya sentado a la mesa degustando la cocina de autor de Angelines: chuletas a tutiplén, chorizo, morcilla y longaniza a gogo y vino peleón que quita el sentido. Entre chuleta y chuleta nos partíamos de risa con las historias mexicanas que contaba Álvaro y sus explicaciones sobre la quebradita, baile popular de allí que le ha hecho olvidar las excelencias del northern soul…en fin. Luego vinieron los cafés y carajillos amenizados por un lugareño que le dio por contarnos sus correrías sexuales de la noche anterior, así que apuramos los carajas a toda ostia y nos batimos en retirada.

Ya por la noche nos juntamos la tropa modernista en el Desafinado, donde In The Spirit daba un repaso al soul en todas sus variantes y épocas; parece ser que se han hecho fuertes en este garito, que dure. Un par de horas más tarde Rosana y yo nos piramos al Mar de Dios donde tenía lugar la otra fiesta de la noche. Allí estaban los chicos del Hide&Seek y su tropa con una animación impresionante. Yo para mí que los chupa-chups que repartió el Guillén estaban adulterados. Y por supuesto en la fiesta también estaba la otra personalidad de la escena: Fran Peppermint, recién llegado de Cardiff, el cual nos contó historietas dignas de oir sobre la vida cotidiana de los galeses. Luego vino más gente procedente del Desafinado, entre ellos Chute que de camino tuvo que sufrir otro pinchazo en la vespa y ahí estuvimos todos hasta el final de la fiesta poniendo punto final a la jornada.
Los dos días siguientes fueron jornadas de familia…y de tristeza una vez conocida la muerte de James Brown, el padrino del Soul; otro que nos deja. En fin, esto es lo que dio de sí el finde. Nos vemos.

David

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