Un jueves de agosto

Diez y media de la noche, cojo la Vespa y salgo disparado hacia el centro de la ciudad. No hay tráfico y los semáforos están todos verdes para mí. En el lugar de encuentro nos juntamos los tres "looking back", con despiste y retraso por parte de uno cuyo nombre omitiré jeje, para cenar, tomar una cerveza belga y maquinar futuras acciones. Luego carajillo en bar cercano pésimamente atendido por un personal más lento que el caballo del malo. Allí más conversación y más cábalas de cara al futuro. Y para terminar cerveza en El Zorro donde casualmente había unos tipos dándole al rhythm&blues. Despedida, Vespa y vuelta para casa. Y tan a gusto.